Los Ochenta años de la tragedia de “La Escuadrilla binacional Pro Faro de Colón”

En el mes de diciembre de 1937 el territorio peruano recibió la visita de una delegación de aviadores de la República Dominicana y Cuba a bordo de una escuadrilla de aeronaves en las cuales llevaban a cabo un vuelo alrededor de Latinoamérica. Este vuelo había sido organizado gracias a las gestiones realizadas por los presidentes de Cuba y República Dominicana, Federico Laredo Bru y Rafael Trujillo, respectivamente, así como los Jefes del Estado Mayor del Ejército de Cuba Fulgencio Batista, y el jefe de la Marina de Guerra de Cuba Coronel Ángel A. González, con el objetivo de obtener fondos que serían destinados a la construcción de un faro monumental en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, en homenaje al navegante genovés Cristóbal Colón.

La escuadrilla, denominada “Escuadrilla Pro-Faro de Colón” estuvo compuesta por tres aeronaves Stinson Reliant SR-9 pertenecientes a las fuerzas armadas de Cuba y bautizadas con los nombres de “La Pinta”, “La Niña” y la “Santa María”, en alusión a los buques empleados por el navegante en su odisea, así como un Curtiss Wright CW-19R de la aviación militar de República Dominicana bautizado con el nombre de “Colón”.

Conformaban las tripulaciones los siguientes oficiales:

Santa María: Teniente Antonio Menéndez Peláez y Manuel Naranjo.

La Niña: Tte. Feliciano Risetch Amat, Roberto Medina.

La Pinta: Tte. Alfredo Jiménez Alum, Pedro Castillo, Frank de Lugo Viñas (periodista).

Colón: Mayor Frank A. Féliz Miranda, líder de la formación, acompañado del sargento mayor Ernesto Tejada.

Tras visitar las repúblicas de Venezuela, Trinidad y Tobago, Brasil, Uruguay, Argentina, Chile y Bolivia, el 15 de diciembre el grupo despegó de la ciudad de La Paz con la finalidad de alcanzar la ciudad de Lima, su siguiente parada, desarrollándose este vuelo con normalidad por la mayor parte del recorrido. Sin embargo, cuando la escuadrilla se hallaba a aproximadamente 300km al sur de la capital peruana, una tormenta de arena –conocida localmente como vientos “Paraca”- sorpresivamente se interpuso en su trayecto, causando su dispersión y causando el aterrizaje de emergencia en la ciudad de Pisco del “Colón” y “La Pinta”, perdiéndose contacto con “La Niña” mientras que solamente la “Santa María” fue capaz de continuar normalmente su viaje y aterrizó en Las Palmas a las 1320 horas de ese mismo día.

Al día siguiente y ya con mejor tiempo Jiménez y Feliz despegaron en sus aeronaves en búsqueda de la “La Niña”, sin resultados, dirigiéndose posteriormente hacia Lima, arribando al aeródromo de Las Palmas a las 1055hrs. Una intensa búsqueda se desató entonces en búsqueda de la aeronave extraviada, esperándose lo peor pero, afortunadamente y tras un día y medio de intensa búsqueda, los tripulantes de “La Niña” lograron ponerse en contacto con Lima tras conjurar una serie de desperfectos en su equipo de radio, informando que debido a la tormenta debieron desviarse de su ruta original y, con poco combustible remanente, se vieron obligados a realizar un aterrizaje en el valle de San Juan, al sur de Lima.

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Curtiss Wright CW-19R «Colón» parqueado en Las Palmas en diciembre de 1937.

Tras reorganizarse la escuadrilla en Las Palmas el grupo se dirigió a Limatambo donde se albergaron las aeronaves. Fue recién entonces que los aviadores caribeños dieron inicio a actividades protocolares establecidas en su programa correspondiente a Lima. Finalmente, completados los compromisos en la capital peruana, la Escuadrilla partió con rumbo norte a fin de continuar con su travesía, alcanzando la ciudad de Bogotá el 26 de diciembre.

El 29 de diciembre, tras completar las revisiones técnicas y preparativos necesarios la escuadrilla partió del aeropuerto El Techo de dicha ciudad con rumbo al aeropuerto El Guabito de la ciudad de Cali, parada técnica programada como paso previo a su vuelo rumbo a ciudad de Panamá. La tragedia, sin embargo, se hizo presente poco después de abandonar esta ubicación ya que el mal tiempo nuevamente presentó obstáculos a la navegación de la escuadrilla, afectando la visibilidad de los aviadores causando la dispersión del grupo. Por sus mejores prestaciones el CW-19R piloteado por el My. Miranda le permitió a su piloto remontar la tormenta, mientras que los tres Stinson debieron atravesarla, sin percatarse sus tripulaciones que habían ingresado a un callejón sin salida en un valle con montañas muy altas localizado en el Valle del Cauca, estrellándose en la Cordillera Occidental en inmediaciones de la población de Felidia, donde hoy existe un monumento a las víctimas de esta tragedia. Únicamente el My. Miranda, acompañado del sargento mayor Ernesto Tejada, a bordo del “Colón” arribaron a ciudad de Panamá sin tener conocimiento de la desgracia que acabó con sus compañeros. Su aeronave “Colón” hoy se conserva en Dominica como una pieza de gran importancia histórica.

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Stinson Reliant SR-9 «Santa Maria» parqueado en Las Palmas durante la visita de la escuadrilla al Perú en diciembre de 1937. Foto IEHAP

 

 

Acerca de Alasandinas
Amaru Tincopa es un historiador aeronáutico peruano miembro de número del Instituto de Estudios Histórico Aeroespaciales del Perú. Ha publicado 21 libros (propios y colaboraciones) así como numerosos artículos en diversas revistas especializadas en materia aeronáutica e historia militar.

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